María... nuestro Chou Chou particular

Para todos aquellos que vivían con la idea de que el Chow Chow (chouchou, pa' los amigos), era un perro peludo de origen asiático, decirles que existe otra modalidad de "Chou Chou" que seguro trae de cabeza a más de un padre.

Por si teníamos poca tarea con el inseparable Poo de Clara, ahora ha llegado a nuestras vidas este muñeco "adoptado" que aunque, de momento, no se ha instalado de forma definitiva en nuestras vidas, amenaza con tener que ser regalo indiscutible para la próxima visita de los Reyes a nuestra casa.

Y es que el famoso muñeco, bautizado como María por nuestra sobrina Virginia, hace las delicias de Clara y su primita, hasta el punto de preguntar por él cuando hablan por teléfono, o de ser una de las principales motivaciones para visitar o ser visitada por los priminos.

La verdad es que, por mucho que lo miramos, los adultos no le acabamos de encontrar la gracia a este Chou Chou con nombre de perro... ni su diseño ni sus habilidades para el llanto y los gemidos, nos parecen merecedoras de tanta devoción, pero parece que el éxito, entre los más pequeños, está garantizado.

Yo, confiando en mis experiencias pasadas con el Mi Nene (de Berjusa), revolví entre mis trastos y quise venderle a Clara la moto de que nuestro Mi Nene del pasado eran tan chulo o más que el Chou Chou de Virginia... La ilusión, por su parte, duró apenas un día... parece que el leve movimiento de cabeza que puede llegar a hacer el Mi Nene (de aquella los juguetes no eran muy sofisticados), no pudo eclipsar los llantos y grititos aleatorios del Chou Chou... Mi "Pepe" (así le llamó Clara durante su único día de entusiasmo), no pudo con los encantos de María...

Ahora sólo me queda tirar pa'l Toys "R" Us, y resignarme a poner una María en nuestras vidas... ;-)