Nos vemos, Dora

Hace tres años que se había marchado del albergue hacia un nuevo destino en Navarra, sin embargo, siempre ha estado muy presente en los corazones de los que la conocimos en esta casa.
Mujer que siempre derrochaba energía y positividad, que en todo momento tenía una palabra de ánimo para los voluntarios y de consuelo firme para los usuarios. Enorme cristiana y testigo vivo de lo que es el amor aplicado a los demás, que ha sido sin duda modelo y ejemplo para nosotros.
Un ictus cerebral y otras complicaciones, la llevaron a una situación complicada desde hace unos meses, que ha desembocado en la noticia que hoy nos llegó.
Con la esperanza cristiana, aunque con el dolor humano, le damos la despedida a esta buena mujer. Seguro que el Señor te devuelve el ciento por uno.
Paz y Bien, Dora.
Paz y Bien, Dora.
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