Sonso

Como sabéis nuestra Sonso entró hace una semana en Lerma. Hoy Isa me envió una pequeña entrevista que le hicieron para la hoja parroquial. 

Arroja un poco de luz sobre la gracia de la llamada de Dios a esta vocación.

¿Cómo te presentarías?
soy una chica normal, de 26 años. Estudié en el colegio de Santa Teresa de Jesús, y posteriormente en la facultad de Químicas de Oviedo. Soy la pequeña de 4 hermanas.

¿cuándo descubriste que tienes una "llamada"?

 Hará poco más de un año, tras una conversión algo fuerte, vamos, que me caí del caballo como tantos otros. Entonces no entendía muy bien que Cristo fuera una persona que me amaba profundamente. Fue pasando el tiempo y comencé a ver que Él se me mostraba como Hombre, con humildad y mansedumbre, y poco a poco me fue atrayendo hacia Él sin apenas darme cuenta. Un día me descubrí diciéndole que sí fuera cual fuera la vocación a la que me llamara. Ese día no me dijo "monja" ni mucho menos, pero logró arrancarme el sí necesario para ir mostrándome la gracia de seguirle...

¿A qué te llama?

Me llama a entregar mi persona, no tanto en el hacer por Él, sino en el ser para Él.

¿Por qué en las clarisas de lerma?

La verdad es que no lo sé, ¡pregúntaselo a Él!

¿Cómo veías antes a las monjas de clausura y cómo las ves ahora?

Para mí era un mundo aparte. como si estuvieran rechazando la Creación o algo así, como si el encerrarse fuera una especie de protesta contra el mundo o un acto de heroicismo mediante el cual pretenden dar un testimonio muy fuerte. Al principio me espantaba, después las admiraba y pensaba que eran santas en vida. Ahora veo que no tienen más mérito ni menos que un sacerdote o una madre de familia, veo que la vocación no es un sacrificio sino que es la plenitud a la que nos llama Jesús, cada uno en la suya y siempre partiendo de la libertad que nos regala por puro amor (¡y no por méritos!).

Dios llama a cada uno sin necesidad de que esta tarea sea "admirable" a los ojos de la gente, pero eso no significa que no sea útil, puesto que yo no sé dónde estaría la sociedad (en la que yo he crecido y me he enriquecido con ella) de no ser por un montón de monjes que dijeron sí a la tarea que Dios les encomendó allá por el siglo 4. Cuando lo dejaron todo y se pusieron a copiar a mano unos "escritos" para que hoy podamos todos tener un mínimo de cultura. Lo mismo con la educación, o con la vida contemplativa, nunca sabremos el bien que hace al ser humano que existan conventos dedicados a interceder por él...

Una frase que te haya ayudado
Ama, y haz lo que quieras. (San Agustín)