Ay.. cómo duele el baloncesto!!

Hoy a pesar de la lluvia, nos animamos Carlos, Alfon, Salva & myself a ponernos el atuendo deportivo y echar unas canastas. Como el agua no amainaba, nos acercamos hasta Oviedo a la pista cubierta del Cristo. El portero, enrollado él, no nos cobró la entrada y además nos hinchó el balón, que ya estaba sin aire por el olvido durante años en el trastero. Yo creo que el hombre nos vió con tantas ganas de mover las barrigotas, que le dimos pena y se decidió a invitarnos.

Dentro empezamos con unos partidinos dos para dos (Salva&Carlos vs Alfon&Nacho) y luego unos cuantos "fines de fiesta" para ya acabar derrotados. Cuando ya estábamos "broken" total, llegaron otros cuatro chavalinos, de no más de 17 años y vamos... que nos calentamos y al final les retamos. Los "condenaos" quisieron jugar a todo el campo y vaya como corrían los tíos!!! 

Al final, terminamos (como era de esperar) con una derrota,  Alfon todo congestionado, yo con los pies destrozados y calambres en las piernas, Salva diciendo que estaba desmembrado de pito para abajo (miembro no incluido) y Carlos que era el que más corría reconoció que en una de esas el gemelo casi se le sube a la altura de la rótula. Y es que los años no perdonan!!  je je

Con orgullo y la satisfacción de haber hecho algo de deporte nos arrastramos hasta los coches que nos trajeron de vuelta a casa.

En este instante, no sé cómo estará el resto de los jugadores, pero yo tengo un dolor en todo mi cuerpo que me ha recordado las consecuencias de un buen partidín. 

Mañana cuando suene el despertador para ir al trabajo y las piernas digan que no quieren levantarse, será lo peor.  :(

Pero bueno, la verdad es que me ha prestado volver a juntarme con los amigos de siempre para echar unas cuantas canastas y otras tantas risas.

Espero que se pueda repetir pronto.

Marcho pa´la cama.