¿Quién no subió en una BH?

Pues así como por arte de magia, Clara se ha lanzado de un día para otro al mundo de la bicicleta sin ruedines. La verdad es que los niños de ahora, tienen a su alcance muchos juguetes, que desarrollan extraordinariamente en ellos el sentido del equilibrio, así que no me extraña que sea algo casi natural.

A muchos de nosotros, nos tocó aprender en una BH, de la que alguno de nuestros padres sujetaba, mientras hacía kilómetros corriendo a nuestro lado para ver si nos encarrilábamos.  

Una vez conseguido, este hito, siempre se producía alguna caída, que rápidamente se tapaba con aquella mercromina roja brillante y una tirita. ¡Grandes tardes de verano junto a aquella compañera de 2 ruedas!

Clara también ha estrenado sus rodillas, aunque hay que decir que en base al primer paseo familiar en bici, de este fin de semana, no se le da nada mal. En las cuestas para arriba se queja... pero eso, ¡nos pasa a todos! :)