Crónica de la Celebración
Los "festejos" transcurrieron tal y como estaba previsto... el programa de actividades se siguió con gran interés y, aunque hubo que anular alguna actividad por falta de tiempo, todo transcurrió según lo planificado.
El viernes, comenzamos las celebraciones con cena-homenaje en el restaurante El Puerto, en Gijón. No faltaron los platos con foie, las virutas de no sé qué y los milhojas de no sé cuánto. El caso era pedir cosas que se saliesen un poco de lo habitual. He de decir que se hizo un silencio a nuestra entrada en el establecimiento. Y es que no debe ser muy habitual que se presente a cenar un grupo de estas características, con el único objetivo de "reciclar" un modelo de boda de los que siempre quisiste volver a poner.
El sábado, la jornada comenzó a primera hora con visita a la antigua escuela, entrevistas en distintos rincones de la misma, y paseos e intercambio de anécdotas. Después, comida en La Quinta y tarde campestre por la finca que tiene mucho espacio para juegos y carreras con niños.
Por la tarde, rumbo a nuestro alojamiento rural en el concejo de Villaviciosa (muy chulo, por cierto) y cena tranquilina con bebés en el restaurante del hotel. Los más "osados", aprovecharon el inpass de los baños de los nenes, para acercarse hasta Villaviciosa a disfrutar del Festival de la Sidra.
El domingo, las celebraciones se fueron terminando con visita guiada a Valdedios y comida en Villaviciosa.
En resumen, fin de semana de amigos prestoso, y que nos deja grandes frases para el recuerdo...
Quién no va a recordar aquel... "Zoom al higo" o "Mi marido y yo"... ;-)
El viernes, comenzamos las celebraciones con cena-homenaje en el restaurante El Puerto, en Gijón. No faltaron los platos con foie, las virutas de no sé qué y los milhojas de no sé cuánto. El caso era pedir cosas que se saliesen un poco de lo habitual. He de decir que se hizo un silencio a nuestra entrada en el establecimiento. Y es que no debe ser muy habitual que se presente a cenar un grupo de estas características, con el único objetivo de "reciclar" un modelo de boda de los que siempre quisiste volver a poner.
El sábado, la jornada comenzó a primera hora con visita a la antigua escuela, entrevistas en distintos rincones de la misma, y paseos e intercambio de anécdotas. Después, comida en La Quinta y tarde campestre por la finca que tiene mucho espacio para juegos y carreras con niños.
Por la tarde, rumbo a nuestro alojamiento rural en el concejo de Villaviciosa (muy chulo, por cierto) y cena tranquilina con bebés en el restaurante del hotel. Los más "osados", aprovecharon el inpass de los baños de los nenes, para acercarse hasta Villaviciosa a disfrutar del Festival de la Sidra.
El domingo, las celebraciones se fueron terminando con visita guiada a Valdedios y comida en Villaviciosa.
En resumen, fin de semana de amigos prestoso, y que nos deja grandes frases para el recuerdo...
Quién no va a recordar aquel... "Zoom al higo" o "Mi marido y yo"... ;-)
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