Padres fuertes, hijas felices

Aprovechando que ayer fue el Día del Padre y dedicado especialmente para todos los papis que teneis niñAs, me animo a hablar de este libro que me han recomendado y que pretende destacar la importancia que tiene el padre para la maduración psicológica de las hijAs.

Siempre hemos oído hablar de la relación especial que une a las hijas con sus padres, en simetría con la que se supone que tienen los hijos con las madres. Pues bien, parece que lejos de ser una “leyenda urbana”, esta teoría tiene una base sicológica que pretende ser explicada y desarrollada en este libro. La autora, Meg Meeker, va explicando, a través de sus diez capítulos, la importancia que tiene el padre en la educación de las hijas. En su discurso, con numerosas referencias a estudios e investigaciones, intercala historias que le han llegado a su consulta de pediatría y destaca cómo el padre es un referente para su hija y una figura importantísima para su maduración personal.

Cabe destacar cómo anima a los padres para que no tengan miedo de establecer reglas. En el pasado, el padre era a menudo presentado como una figura autoritaria que pretendía imponer sus reglas a los hijos. Esa idea caló tanto en la mente de algunos padres, que temen, hoy en día, establecer límites a sus hijas ante el temor de que pudieran rebelarse. Meeker asegura que la autoridad no provoca traumas a las hijas, al contrario, es lo que más las acerca a sus padres y hace que los respeten más.
Las hijas están hechas de otra pasta, y Meeker da este consejo: “esté donde esté, asegúrese de que ella percibe que usted se da cuenta de que está a su lado, hágale preguntas, escúchela. Las mujeres odian sentirse invisibles”...
Estos y otros muchos consejos van dando forma a este libro que pone de manifiesto la importancia de la figura paterna y le reconoce su espacio indiscutible en el desarrollo y madurez de las niñas.