Desde este espacio, aún no había manifestado mi opinión sobre el movimiento del 15M. Una iniciativa con la que simpaticé desde su inicio, al menos en su concepto.
Los que pasáis por este blog de cuando en cuando, habréis comprobado que en más de una ocasión he manifestado mi gran pesar por tener una clase política de segunda división y un sistema, claramente mejorable. Así que en este sentido, me siento uno más de este movimiento. Sin embargo, lo que ya desde el principio no me gustó fue eso de "democracia real ya". Entonces... ¿qué es lo que tenemos ahora? ¿No es una democracia? ¿No tenemos la capacidad de votar y decidir a través de aquellos que nos representan?.
Por supuesto, que caben muchas mejoras (listas abiertas, controles a la corrupción y la malversación de fondos públicos, capacitación de nuestros políticos,...) pero tenemos que estar agradecidos por la libertad y estabilidad que nos da este sistema, por el que muchos de nuestros antepasados lucharon y consiguieron instituir.
La idea y el asalto a la calle del movimiento es buena. Hay que manifestar sin dudas nuestra indignación con un sistema que tiene grandes carencias, pero
siempre respetando las reglas del juego democrático y las libertades individuales. Y esto, es algo que aunque al inicio parecía que estaba claro, me da la impresión de que se está perdiendo en estos últimos días. Parece que con la excusa de la indignación
todo vale y cualquier medio está justificado por un fin justo.
¡Eso no puede ser!. ¿Será que bajo el gran toldo de los indignados, se están camuflando grupos radicales, violentos o antisistema, que manifiestan con métodos poco ortodoxos sus ideas ? ¿Será que a esta misma gente les da igual manifestarse de este modo en una protesta de indignados que en una celebración de un título deportivo? ¡No lo sé!
Lo que sé, es que la gran mayoría de indignados son jóvenes (o ya no tanto), pacíficos y con ganas de un cambio real en nuestra sociedad, para estar de una vez a la cabeza y no a la cola de este tren mundial. Poco tienen que ver ellos con los maleducados e irreverentes, que han practicado la kale borroka estos días atrás.
El movimiento del 15 M debería buscar los medios para articular todas las propuestas aparecidas durante este mes, con unos representantes serios y quién sabe, aunque no guste, igual formando un partido político que pueda representar a todo este grupo. Si no, se corre el riesgo de que esto se recuerde como un movimiento juvenil idealista, organizado con imprecisión por no se sabe quién, con alto grado de precariedad en los medios y constituido por muchos indignados reales, perro-flautas sin perro, progresistas neohippies, nostálgicos de mayo del 68 y niños pijos con iphone que les gustaría representar aquello de
paz y amor.
Read more...
.png "English"){kind=small}
